No soy más que un humano,
no conozco más cielo que ese infinito sobre mi faz.
No conozco más tierra que la que ensucia mis pies
y la que hace crecer la hierba.
No soy más que un humano
que se pone de rodillas ante Dios
y se golpea el pecho.
No soy más que un humano,
que llora en la oscuridad
y confía en las personas incorrectas.
No tengo más amor,
más sueños ni más dudas
de las que la vida me ha dado.
No soy más que un humano
que comete los mismos errores
que disfraza los sentimientos
y olvida las maravillas de la vida.